El primer ascenso importante de temperaturas del año podría estar a la vuelta de la esquina. Y es que parece que el frío y las precipitaciones de estos días darán paso a temperaturas muy agradables, e incluso algo calurosas en algunas regiones españolas.
Esta semana nos situamos entre 6 y 8 grados por debajo de la temperatura media para esta época del año, pero la situación será muy distinta de cara a la próxima semana, cuando los termómetros marcarán valores bastante por encima de la media.
La formación de una profunda borrasca este fin de semana en el Atlántico norte (lo suficientemente lejos de nosotros como para no afectarnos en forma de lluvias), provocará una importante ‘surada’ sobre la península, es decir: un pasillo de vientos del sur desde el continente africano que arrastrará una masa de aire notablemente cálida.
Tanto es así que las temperaturas máximas superarán ampliamente la marca de los 20/24ºC en gran parte del país y hasta ¡28ºC! en puntos del suroeste, interior del este peninsular, valle del Ebro, e incluso a orillas del Cantábrico debido a esos vientos del sur.
Los termómetros comenzarán su ascenso tras este fin de semana, en unos primeros días de la próxima semana en los que iremos sumando grados progresivamente hasta que este episodio de temperaturas primaverales alcance su máximo el miércoles-jueves de la semana que viene (hacia el 18-19 de abril).
Y no sólo la península Ibérica se vería afectada por esta situación, sino que también gran parte del continente europeo registraría temperaturas muy superiores a la media, algo que ya estos días viene sucediendo en países del centro y este de Europa, donde hace apenas un par de semanas estaban bajo cero.
Bien es cierto que todavía hay ciertas diferencias en las previsiones respecto a cuánto subirían realmente las temperaturas en la península, pero como tendencia de tiempo más soleado y cálido a medio plazo está ya prácticamente confirmado.
Deshielo y aumento del polen
Esta situación, al margen de ser muy bienvenida para los amantes del sol y el calor, guarda algunos riesgos derivados de la abundante inestabilidad que viene afectando a la península Ibérica desde finales de febrero, cuando se inició un cambio de patrón atmosférico.
Es el caso de la nieve en los principales sistemas montañosos y su probable rápido-deshielo con este aumento de temperaturas. Los suelos están bastante saturados de agua después de tantas precipitaciones, y dicho deshielo puede provocar nuevas crecidas.
Además, muchas plantas aprovecharán para florecer con fuerza, por lo que es probable que se den picos muy acusados de polen, traduciéndose en la agudización de las alergias.
Y después… ¿nuevo cambio brusco del tiempo?
Como suele ocurrir en primavera, ningún ‘tipo de tiempo’ impera sobre el resto de forma prolongada, dada la gran variabilidad atmosférica de esta época del año.
Es por ello por lo que estas elevadas temperaturas no se mantendrían por demasiados días, ya que la cercanía de esa extensa borrasca en el Atlántico norte mencionada anteriormente podría volver a traer, bruscamente, un tiempo fresco e inestable hacia el 20-22 de abril.
Nos encontramos en meses de tiempo muy inestable, en los que se alternan grandes contrastes térmicos en pocos días, por lo que es normal comenzar una semana con sol y temperaturas de 25ºC, y acabarla con lluvias y máximas que apenas alcanzan los 14ºC.
Veremos cómo evolucionan las previsiones a lo largo de los próximos días y hasta qué punto suben finalmente los termómetros de cara a la próxima semana.
Puedes seguir cada situación a través de nuestra cuenta de twitter (@MeteoIberiaEs) y facebook (MeteoIberia.es), donde estarás informado en todo momento con actualizaciones de última hora.
el tiempo@meteoiberia.es